Thomas Stearns Eliot (3 Poemas)




Los hombres huecos

I

Somos los hombres huecos

Los hombres rellenos de aserrín

Que se apoyan unos contra otros
Con cabezas embutidas de paja. ¡Sea!
Ásperas nuestras voces, cuando
Susurramos juntos
Quedas, sin sentido
Como viento sobre hierba seca
O el trotar de ratas sobre vidrios rotos
En los sótanos secos
Contornos sin forma, sombras sin color,
Paralizada fuerza, ademán inmóvil;
Aquellos que han cruzado
Con los ojos fijos, al otro Reino de la muerte
Nos recuerdan -si acaso-
No como almas perdidas y violentas 
Sino, tan sólo, como hombres huecos,
Hombres rellenos de aserrín.

1925

Ojos que vi con lágrimas

Ojos que vi con lágrimas la última vez

a través de la separación
aquí en el otro reino de la muerte
la dorada visión reaparece
veo los ojos pero no las lágrimas
esta es mi aflicción.

Esta es mi aflicción:
ojos que no volveré a ver
ojos de decisión
ojos que no veré a no ser
a la puerta del otro reino de la muerte
donde, como en éste
los ojos perduran un poco de tiempo
un poco de tiempo duran más que las lágrimas
y nos miran con burla.


Miércoles de ceniza

I

Porque no abrigo esperanzas de volver otra vez 

porque no abrigo esperanzas

porque no abrigo esperanzas de volver 
ansiando el donde este hombre de este otro sus andanzas 
no lucho por llegar hacia esas cosas 
(¿Por qué no ha de abrir el halcón sus alas ya andrajosas?) 
¿Por qué he de lamentar 
el perdido poder del reino usual ? 

Porque no abrigo esperanzas de conocer otra vez 
la cierta hora de tan incierta gloria 
porque no pienso así 
y porque sé que no conoceré 
la única veraz potencia transitoria
puesto que he de beber, ahí, 
donde florecen los árboles y las vertientes fluyen, 
                    porque otra vez no hay nada. 
Porque yo sé que el tiempo es siempre tiempo 
y que el lugar es siempre y solamente un lugar 
y que lo que es actual lo es sólo en cierto tiempo
y para un solo lugar 
me alegro que sean así las cosas
y renuncio a la vez
a la sagrada faz y también a la voz
entonces, como no me es posible pensar que he de volver
me regocijo al tener que construir algo que me proporcione regocijo

Y ruego a Dios que nos tenga misericordia
ruego que nos haga olvidar
estos asuntos que originan en mí tanta discordia
ya que los he discutido y me los he explicado demasiado
porque no abrigo esperanzas de volver otra vez
que estas palabras respondan
por lo que ya se ha hecho que no se hará otra vez
y que se nos juzgue con misericordia
porque con estas alas no es posible volar
son simples abanicos y para abanicar
un aire seco ya y muy reducido
más seco, más reducido que la voluntad
enséñanos a sentir y a prescindir,
danos tranquilidad.

Ora por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.
Ora por nosotros por ahora y en la hora de nuestra muerte.

 


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