Ricardo Espinosa Pedraza (Claudia caminando hacia la luz)
¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón
(Fito Paez)
fue hace muy poco tiempo
que coincidimos en la palabra
en tu búsqueda de la inasible
esperanza celestial
ansiando algunas horas más de
vida para compartirla con
el pequeño Juan de tus entrañas
el rincón de tu diminuto cuarto
se iluminaba con tus oraciones
y tu risa debil, dolorosa
esperando en vano, el milagro
pero ni Dios ni el cancer discriminan
la muerte lo termina invadiendo todo
sin pausas ni conseciones
sin asomo siquiera de piedad
sinembargo siempre estuvo presente
tu intensa mirada profunda
recobrada una y otra
y otra vez
y otra vez
entre el dolor ciego de
tu piel delgada y transparente
a pesar de la fe
no hubo un segundo extra de vida
ni un plazo extendido
para tu alma
persistentemente inocente
persistentemente inocente
ni nuevas oportunidades
ni falsos artilugios mágicos
solo se acabó el camino de repente
ni siquiera tuvo la ruta
un centímetro más allá de lo previsto,
para tus pasos
un centímetro más allá de lo previsto,
para tus pasos
la última mirada a tu ataud
lóbrega morada para tu
otrora hermosa alegría,
me concedió una ajena
sensación de soledad y silencio
ahora caminas hacia la luz
una luz más intensa y delicada
con tu extrañada
esencia en su regazo